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martes, 19 de julio de 2011

"'Patas de mono"

A la verdad que hoy fue un día de madre, entre manicuras y pedicuras no me ha dado tiempo ni para pensar en que comer. Pero no me puedo quejar, porque siempre hay una que está peor que una. Porque si de problemas hablamos esa Sofía, si que tiene líos, y ahora con el “Back to school”. Sofía que es clienta mía hace años, siempre me pide que le pinte el mismo color de uñas (francesas con el borde blanco). Ella tan recatada, tan dispuesta a ser una señora y tan entregada a su marido y a su hogar. Como deben de ser todas las mujeres, digo; las que tienen suerte de tener un buen marido (buen proveedor), porque a las que no, nos toca escucharles los dilemas a las que la vida le sonríe. Pero, al final de cuentas terminamos en la misma silla, yo haciéndole las uñas y ella contándome sus tragedias. Me cuenta Sofía que ha estado un poco ansiosa con el tema de las compras escolares, porque ahora su hija que lo que veía era “Disney Channel”; ahora le interesa tener un “ipod” porque va para sexto grado. Pero la cosa no para ahí, es que además todas las compañeritas de la niña ya comenzaron afeitarse las piernas y ya la niña le preguntó que si ella podría hacerlo.

Y me lo cuenta a mí...

Ella me lo cuenta a mí, yo que no sé nada de niños y creo que tenía cinco años la primera vez que me afeité las piernas. Pero bueno, una trata de hacer lo que corresponde. “No te preocupes Sofía, esa es una etapa que la niña tiene que vivir”. Sí, porque con esto de ser manicurista, trabajas como psicóloga y te pagan por arreglarles las uñas. Pero me he dado cuenta, que lo que realmente quieren arreglar es sus vidas, porque piensan probablemente que están desarregladas. ¿Y yo que sé de arreglarles la vida a las demás? Yo solo quiero pasarla bien. Sofía no tiene preocupaciones al final del mes, pues a ella no le hace falta nada, hasta anda regalando sus “harapos”, que a mí más bien me parecen trapos lujosos. Porque a la verdad no entiendo, como es que una ropa tan grisácea pueda costar tan cara, creo que deberían de pagarle a Sofía para que la use. El punto de todo este lío, es que Sofía lleva cinco noches sin dormir porque no sabe que decirle a su hija de sexto grado sobre sus piernas. Bueno, pero si sus piernas están muy “pelúas”, que se las afeite para que no le digan “patas de mono”.

Acuerdate cuando eras niña...
Yo no entiendo la confusión y la tragedia, será que por afeitarse las piernas ella piensa que al otro día la niña sale corriendo del hogar o que se va como “Ligia Elena” con el músico del pueblo, no lo sé. Mi abuela siempre decía que a buen entendedor con pocas palabras basta” y yo creo que lo importante aquí es la comunicación que ella tenga con su hija, porque el lio lo tiene ella solita en su mente. Si se acordara como ella pensaba cuando era niña, se le alivianaba el pensamiento. Entre tanto, yo seguiré haciendo de manicurista…

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