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miércoles, 20 de julio de 2011

Por aquella secretaria...



¿Adivinen quien cambio de color de uñas? No me lo van a creer, sí… Sofía, la misma que les había contado que era muy recatada y nunca había cambiado de color de uñas. Bueno, de un conservador blanco a la francesa me ha pedido que desea un cambio radical, uñas y pies. Esa si es mi especialidad, así que me he ido a la segura por un rojo pasión y ella sorprendentemente está encantada, me ha mirado de una forma, como si yo fuese cómplice de algún crimen. Yo, que no retengo mucho las palabras en mí cabecita, le tuve que decir lo que estaba pensando, por aquello de no complicarme el pensamiento. Le dije lo impresionada que estaba, pero que la apoyaba aunque no entendía a que se debía tantos cambios.

 Un cambio pa' darle por casco a su maridito...
Además le dije medio en broma y medio en serio, que me parecía que estaba siendo testigo de algún crimen. Fue en ese momento cuando más temor me causó, pues su risa fue malévola, casi diabólica y luego dijo “Si, de un crimen, porque él que va a estar muerto es mi marido”. ¿Qué? Bueno, en esta parte es que me tengo que quedar callada para que ellas se desahoguen, lo cual me resulta demasiado estresante porque vienen muchas interrogantes a mi mente. ¿Pero y ellos no eran felices? ¿Acaban de comprar una casa nueva? ¿No te acaba de comprar un auto? ¿No se van a ir de viaje? Pero, sí, adivinaron me quedé callada y escuchando. Resulta que Sofía llamó a la oficina de su marido y contestó la secretaria, la idiota que Sofía no soporta porque le lleva el café muy temprano y siempre lo está consintiendo. Además de que tiene una cintura envidiable, sí, Alicia la que siempre da de que hablar.

Alguna nebula...

Bueno, me cuenta Sofía que Alicia le dijo que estaba reunido, pero que ella sintió que le estaba mintiendo. Además de que anoche no llego a tiempo a la casa y cuando entró lo hizo muy callado y apagó su celular. Me dice Sofía que ella siempre ha desconfiado de su secretaria y que evidentemente está siendo infiel, porque son muchas señales y que ella lo conoce muy bien. Me dijo que va a cambiar radicalmente para que se le suba el auto estima y que le ha dicho a su marido que siente que la relación es muy débil y está considerando el divorcio. Le pregunté ¿No le dijiste nada más? Y ella me contesta: “No, el sabe lo que está sucediendo”. Después de escucharla quede desconcertada, le pedí a mi amiga la estilista que le diera un buen corte, para que se fuera nuevecita. Pero como mi día continuo seguí atendiendo clientas, esta vez una nueva y por supuesto, como esta vida está llena de coincidencias… Era la despampanante Alicia, la misma que viste y calza.

Y la secre...

Me contó que deseaba hacerse una manicura porque su jefe iba a realizar un gran festejo en honor a su esposa Sofía, porque pronto cumplen aniversario. También me contó que el jefe de ella adora a su esposa y que está un poco preocupado por la actitud de Sofía. Me dijo: “Fíjate, que el pobre no sabe ya que hacer, cuando llega tarde del trabajo no hace ruido y apaga el celular para no molestarla y la señora le dice que la relación esta débil cuando el solo piensa en cómo hacerla sentir mejor”.

¿Qué puedo decir? 

Como decía mi abuela cada cabeza es un mundo aparte, Sofía se prepara para el divorcio y su esposo festeja su aniversario y la pobre secretaria preocupada por hacer bien su trabajo, para que no la despidan. Si tan solo nos comunicáramos y no hiciéramos una película de Hollywood en nuestras cabezas estuviésemos menos preocupados. Pero, al menos me divertí cambiándole el color de uñas a la monótona de Sofía.

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